El hilo y la Escritura. Marisé Barreiro.

Nos alegra mucho contar con Marisé Barreiro en nuestro Postgrado Integración Creadora que comienza en Enero 2021 en Barcelona. 

Le hemos pedido que nos regalara algo para compartiros parte de su trabajo, y aquí va: 

«EL HILO Y LA ESCRITURA»

“Hay un hilo que tú vas siguiendo –afirma el poeta William Stafford- serpentea entre las cosas que cambian, pero él no cambia. La gente te pregunta cuál es tu propósito, y tú les hablas de tu hilo, pero no es fácil para los demás percibirlo. Mientras lo sostienes, no puedes perderte.”

Vivimos en un mundo donde es muy fácil perderse, perder el hilo. Nuestra forma de vida se basa en la desconexión con nuestra verdadera naturaleza, nos convierte en  piezas de un engranaje arrastradas por poderosas inercias que nos mantienen empobrecidos, por no hablar del ruido, las prisas y el trance adictivo de la tecnología y las compras. La práctica de escribir sobre lo que nos ocurre es una manera de parar, de lograr perspectiva y de despertar nuestra capacidad creativa en medio de nuestras circunstancias concretas.

Escribir es mi práctica habitual. Ir desgranando mis experiencias cotidianas sobre el papel me permite atravesar mis pensamientos negativos, ésos que me arrinconan en escenarios donde no hay salida ni perdón y apenas se puede respirar. Con ayuda del bolígrafo descubro caminos que me llevan a lugares más amplios y amables de mi mundo interno. Voy siguiendo la pista del alivio, de las lágrimas que se asoman a mis ojos, o tal vez de la carcajada que libera mi garganta, o del calor que irradia de mi pecho a todo el cuerpo y lo hace vibrar. El cuerpo habla a través de mi caligrafía, firme o temblorosa, siempre vehemente.

Los años de práctica escrita me ayudan a rendirme a este proceso, a hacerme a un lado para que la mano me sorprenda con esas  palabras nuevas que necesito saborear y sentir, palabras que me devuelven la vitalidad y la inspiración para seguir adelante. El ruido se disipa y recuerdo quién soy yo realmente y cómo llegué hasta aquí. Es un proceso misterioso, inagotable  y profundamente transformador que se amplifica con la presencia del grupo y que no me canso de admirar en los talleres que imparto.

A veces, cuando hay suerte, llegamos a un espacio de silencio donde la escritura es pura meditación, un no-hacer, un dejarnos beber en la fuente. En ese lugar brota la poesía sin esfuerzo alguno y nuestras experiencias cotidianas se transforman en música y belleza. Todos tenemos esta capacidad, basta con sentarnos a escribir regularmente con humildad y con el propósito de cuidarnos a través de las palabras. “No está en tus manos hacer nada para detener el tiempo-concluye su poema  William Stafford- pero nunca, nunca te desprendas del hilo.”

 

Gracias Marisé. 

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