Gestionando el miedo. Núria Bonet.

Núria Bonet. Miedo. Escuela Arteterapia Gestalt Hephaisto. (1)

El miedo… ay, el Miedo.

Miedos, miedos, miedos por todos lados. Miedo a no estar a la altura, miedo a no ser suficiente, miedo a qué pensaran de mí, miedo a no conectar con mi hija, miedo a crearle un trauma tan grande que no me lo perdone de por vida, miedo a cagarla, porque lo que hago tiene que ser hecho de la mejor manera posible.

Miedo a las alturas no tengo, pero sí cuando me veo en un proyecto «demasiado» elevado para mis miedos, miedo a mostrarme, pánico a expresar quién realmente soy. Miedos, miedos, miedos everywhere.

Hasta podría hacer una canción. Ya empiezo a escuchar la melodía en mi cabeza. Se me aparece la diversión de ponerle humor a mis miedos, de compartirlos así, desnuda de exigencias, con ganas de soltarme un poco. Me los imagino como monstruitos haciendo gañotas, me río.

Tengo ganas de pintarlos, de exagerarlos, me pongo delante del espejo, los escenifico, los expreso un poco más grandes, y más grandes, y mucho más! Nivel miedo mundial universal uaaaa!!!!!!! Me los miro ahora distintos.

El miedo empieza siendo algo difuso, que me invade todo el cuerpo, que me paraliza, me hace huir, huyo tanto que hasta diría que quiero huir del miedo, que me persigue, me atenaza, me posee.

Empieza siendo una masa oscura, gris casi negra, deforme, como de nebulosa (nebulosa chunga, no de las guays de colores), una niebla densa y espesa que se me pega en todo el cuerpo. Así es el miedo cuando no lo miro, cuando no me miro.

Si pongo la mirada ahí, ay, la magia de la mirada, la mirada que ha aprendido a ver con los ojos del alma, del arte, de la valentía de mirar y saberse mirada por una misma. Si me acompaño de esta mirada pongo una luz en tanta oscuridad, y puedo ver con cierta curiosidad qué hay dentro de tanta negrura.

Es una luz pequeñita al principio, solo veo el paisaje más inmediato, que está tremendamente oscuro, obviamente. Me dedico a deshilachar tanto lío embrollado en esta oscuridad y empiezo a hacerme amiga de este negro, el hilo se va suavizando y hasta me dan ganas de hacerme una mantita para esos momentos en los que necesito un poco de calor. Pero solo un poco de este hilo de momento, me apetece ponerle también hilo color cian, que el cielo despejado me da aire, hilo terroso, para poner raíces en estos momentos donde pierdo mi base, le añado hilo verde que me conecta con mi corazón, con la naturaleza, mi naturaleza, el naranja le da un aire desenfadado y alegre y le añado violeta oscuro que me apetece la conexión con mi espiritualidad.

Qué distintos veo los miedos ahora, con mi manta y mi humor a cuestas.

 

El arteterapia me ha permitido encontrar mi propia manera de relacionarme con mis miedos. Me ha brindado una herramienta preciosa, maravillosa, única e intransferible.

 

Cada cual tiene su única e intransferible experiencia. ¿Cuál es la tuya?

 

Núria Bonet Gorchs para Hephaisto.

Facebook
LinkedIn
Telegram
WhatsApp
¿Encuentras lo que buscas?
Recibe nuestras novedades en tu correo una vez al mes con contenido exclusivo para tí.