Aquí la/el terapeuta acompaña a la persona a que pueda seguir explorando, sirviéndose de materiales plásticos y creativos. Pasamos al plano expresivo y simbólico, es un lugar de libertad y permiso donde poder «jugar» y que emerja el contenido que necesite salir.
No hay ningún objetivo concreto, ni finalidades artísticas o estéticas. No buscamos hacer obras de arte, sino que el interés está puesto en el proceso.
A veces el/la cliente puede escoger qué materiales desea utilizar, otras veces es la/el terapeuta quien propone según lo que considere más idóneo para el proceso.
Esta creación pueden incluir uno o muchos lenguajes expresivos combinados. Como ser: Pintura con las manos y/o pincel, modelado en barro o plastilina, dibujo con ceras / lápices / rotuladores, garabatos, collage, escritura, trabajo con manchas, canto libre, música improvisada, performance, movimiento espontáneo, danza, escribir un poema, etc.
El trabajo del/la arteterapeuta es atender a todo lo que sucede durante la creación. Observar el acto creativo, cómo está la energía, cómo está el cuerpo, si hay bloqueos, si aparece una emoción, si hay alguna necesidad que atender, etc. Y facilitar que la persona acompañada pueda desplegarse en lo que le haga falta. Profundizar, ampliar, cuestionar, hacer, deshacer, revisar, contemplar…
- La creación nos permite primero que todo la posibilidad de expresarnos con total libertad y soberanía.
- Nos da información de cómo creamos, cómo nos movemos en la vida.
- El acto creativo refuerza la autoestima, la creatividad, la imaginación, la memoria, la fortaleza, la resiliencia, y más beneficios.
- Favorece la sanación de traumas, depresiones, ansiedad, conflictos internos, duelos, y/o emociones profundas que han quedado retenidas.
- Muchas veces nos ayuda a ampliar la percepción sobre un tema o problema, y a ganar conciencia de cómo nos relacionamos con lo que nos pasa.
- Nos puede permitir transformar la realidad. A partir de lo que haya surgido en la producción, hacer cambios y dar una «solución creativa» o respuesta nueva. Hacer esto en el plano simbólico incita a llevar esas respuestas nuevas a nuestro día a día.
La/el terapeuta permanece presente y en una escucha activa, sin interpretar ni juzgar lo que surge en la creación. Y ayuda a quien está acompañando a rescatar y poner en valor lo que la ha servido para ganar conciencia / aliviarse / sanar.
Con esto se pasa a la fase final y de cierre de sesión.